El próximo 8 de agosto de 2025 comenzará a aplicarse en todos los Estados miembros de la Unión Europea el Reglamento Europeo de Libertad de los Medios de Comunicación, conocida por sus siglas en inglés como EMFA (European Media Freedom Act). Se trata de una normativa histórica, de aplicación directa y obligatoria, que establece por primera vez un marco regulador común para proteger la independencia editorial, garantizar el pluralismo y reforzar la transparencia en el ecosistema mediático europeo.
Aprobada en mayo de 2024, la EMFA busca responder a un diagnóstico compartido por las instituciones europeas: los medios de comunicación enfrentan desequilibrios estructurales agravados por la transformación digital, la concentración empresarial y la presión creciente de las grandes plataformas tecnológicas. Su objetivo es salvaguardar el papel esencial de los medios en una democracia sólida, protegiendo a periodistas, promoviendo la diversidad informativa y estableciendo reglas claras frente a injerencias políticas o económicas.
Uno de los pilares del reglamento es la obligación de transparencia en la propiedad y financiación de los medios. Las empresas informativas deberán divulgar públicamente información detallada sobre su estructura, propietarios directos e indirectos y accionistas con influencia editorial. Esta información estará disponible en registros públicos supervisados por las autoridades reguladoras nacionales.
También se establece una regulación clara de la publicidad institucional. Los medios deberán informar anualmente de los ingresos recibidos por esta vía, tanto de entidades públicas nacionales como de organismos internacionales o gobiernos extranjeros. A su vez, los Estados miembros deberán adoptar políticas de reparto equitativo y transparente de los fondos destinados a campañas públicas, evitando favorecer de forma sistemática a determinados grupos mediáticos.
La EMFA obliga a los Estados a blindar la independencia editorial de los medios públicos. La norma exige procedimientos transparentes e imparciales en el nombramiento de sus directivos, así como mecanismos de financiación objetiva y predecible que garanticen su autonomía. Este principio se extiende a todos los medios, afirmando que ningún gobierno puede interferir en sus políticas editoriales, sin importar su modelo de propiedad.
El reglamento incluye garantías reforzadas para la protección de las fuentes periodísticas y la confidencialidad de las comunicaciones. Queda prohibido el uso de programas espía o dispositivos de vigilancia contra periodistas, salvo en casos excepcionales, autorizados judicialmente y por razones de interés público debidamente justificadas.
En materia de pluralismo, la EMFA exige que cualquier medida que afecte la diversidad de voces o la independencia de los medios sea transparente, motivada y proporcional. Las decisiones individuales podrán ser impugnadas por vía judicial, y las operaciones de concentración mediática estarán sujetas a evaluación por autoridades independientes que valoren tanto la competencia como la libertad de expresión.
Uno de los aspectos más innovadores de la EMFA es su regulación sobre las grandes plataformas digitales. Las redes sociales y otros intermediarios deberán garantizar canales de comunicación directos con los medios y no podrán restringir su visibilidad sin informar previamente los motivos y ofrecer la posibilidad de apelar.
Además, estas plataformas deberán habilitar una funcionalidad para que los medios declaren formalmente su condición y cumplimiento de los requisitos legales, incluyendo compromisos relacionados con el uso de inteligencia artificial y la identificación clara de los contenidos informativos.
El reglamento establece nuevas reglas para la medición de audiencias, un aspecto clave para la transparencia publicitaria. Las empresas encargadas de esta tarea deberán actuar con imparcialidad y ofrecer información detallada y gratuita sobre sus metodologías. Asimismo, deberán someterse a auditorías independientes anualmente.
Para coordinar la implementación del reglamento, se creó el Comité Europeo de Servicios de Medios de Comunicación, órgano formado por representantes de las autoridades reguladoras nacionales. Presidido desde febrero de 2025 por Carlos Aguilar Paredes (CNMC), este comité tendrá un papel clave en la evaluación de concentraciones de medios, la revisión de decisiones estatales que afecten a medios específicos y la lucha contra la desinformación proveniente de actores extranjeros.
CLABE analiza el impacto del nuevo reglamento
Con motivo de la aprobación de la EMFA, en CLABE celebramos el pasado 19 de mayo una jornada informativa en la sede de la CEOE, en Madrid. El acto, seguido de forma presencial y virtual, reunió a numerosos profesionales del sector interesados en conocer el alcance de la nueva regulación.
Ángel García Castillejo, vicepresidente de la CNMC, abordó el papel del organismo regulador en la creación del registro de medios en España. José Manuel Nevado, director general de Comunicación Institucional del Gobierno, explicó las reformas previstas en la gestión de la publicidad institucional. Por su parte, Elena Herrero-Beaumont, directora del Observatorio de Medios, destacó el rol de la sociedad civil en la supervisión del cumplimiento normativo.
La jornada de CLABE se puede volver a ver íntegramente en los siguientes vídeos:
1. Intervención de Ángel García Castillejo (CNMC)
2. Intervención de José Manuel Nevado (Gobierno de España)
3. Intervención de Elena Herrero-Beaumont (Observatorio de Medios)
La EMFA es fruto de un proceso legislativo que incluyó consultas públicas, análisis de riesgos y el refuerzo de la cooperación entre reguladores. Se enmarca en un esfuerzo más amplio de la Comisión Europea por defender el Estado de Derecho, fortalecer la libertad de prensa y proteger a los periodistas frente a amenazas como las demandas estratégicas contra la participación pública (SLAPPs).
El reglamento complementa otras iniciativas clave, como el Reglamento de Servicios Digitales (DSA), la Directiva sobre derechos de autor o los fondos europeos de apoyo al periodismo y a la transformación digital del sector. El compromiso de la Unión Europea con el pluralismo y la libertad de expresión queda consagrado en el artículo 11 de la Carta de los Derechos Fundamentales y reforzado por mecanismos de financiación directa, planes de acción y supervisión periódica del Estado de Derecho en los Estados miembros.
A partir del 8 de agosto, la EMFA será una herramienta decisiva para construir un ecosistema informativo más equilibrado, transparente e independiente en Europa.
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