El XVIII Congreso de Editores cuenta con un amplio programa de actividades de ocio y encuentros institucionales, en los que la gastronomía palentina estará muy presente.
Durante el Congreso se celebrarán diferentes momentos de cóctel, para favorecer el networking entre los asistentes. El encargado de diseñar esos encuentros ha sido el chef del restaurante Gallery de Palencia, Roberto Espeso, que ha seleccionado alimentos 100% palentinos.
Espeso va a servir un taco con lechazo churro de la zona y usará productos de Selectos de Castilla, donde destaca todo lo relacionado con el pato. Además, el chef palentino tiene previsto preparar una mesa con los cinco quesos de Quesería La Vega, estarán presentes las “castañuelas” de Placeres del Cantábrico y, de postre, canutillos de crema con seña de identidad del restaurante Gallery. Todo ello regado con vinos de Valdesneros.
Los desayunos serán igual de apetitosos a base de tortillas, bocaditos salados y también dulces gracias al Horno del Cerrato. En definitiva, productos de la tierra para poner la guinda a un Congreso de Editores y periodismo.
Visitas a Villalcázar y la fábrica de Cascajares
Al margen de las pausas previstas entre ponencias, las visitas por la provincia entrañan un interés gastronómico, además del cultural y turístico.
Durante la visita al municipio de Villalcázar de Sirga, los asistentes podrán degustar el menú medieval del Mesón de los Templarios. Reconocidas por toda España, estas comidas se realizan a la antigua usanza; los comensales degustan las viandas como se hacía hace muchos años, es decir, comiendo sobre hogazas en lugar de platos. Aquí, como no podría ser de otra manera, el lechazo churro será protagonista.
Al día siguiente, y antes de partir de vuelta a sus hogares, los asistentes al Congreso acudirán a la fábrica de Cascajares, ejemplo de esfuerzo palentino después de que un incendio devastara las instalaciones de esta empresa alimentaria situada en la localidad de Dueñas. Después de ver la producción, los asistentes podrán degustar algunos de sus productos más famosos: desde el Capón, pasando por la Pularda o los higos confitados en almíbar.