Antonio Carballo Sánchez, editor de las revistas Cineinforme y Teleinforme (https://www.cineytele.com/), inaugura un nuevo espacio con el nombre FORMAMOS CLABE, donde hablaremos con nuestros asociados sobre diversos temas de interés como su trabajo en los medios, el sector y el papel de CLABE.
¿Cómo es estar al frente de las publicaciones Teleinforme y Cineinforme?
Es una lucha diaria por mantener una publicación en papel. Siempre lo ha sido, pero ahora es una lucha diaria muy fuerte. Pero yo sigo ahí, convencido de que el papel al final triunfará, sobre todo en sectores especializados con medios de una tirada corta, porque los grandes periódicos que consumen esas toneladas de papel tienen la vida muy complicada.
Pero los editores que hacemos publicaciones con unas tiradas cortas nos podemos defender mejor. Frente a esta escalada de precios que estamos sufriendo, que no es nueva, sino de toda la vida del papel, porque es evidente que el papel es caro, los árboles hay que cuidarlos y la madera es muy cara y el papel consecuentemente también. Pero para eso precisamente hace ya 20 años que puse en marcha la versión digital, que es compatible, compañera y complementaria de la edición en papel.
¿Qué papel juegan las RRSS para las publicaciones que edita?
Yo creo que voy por delante siempre, es algo que me dicen. Yo fundé la página web CineyTele.com en el año 1998. Es decir, tiene 25 años ahora. En la época en que yo fundé la página web, prácticamente la mayoría de España de los que tenían acceso a Internet, que eran pocos, pero la mayoría de ellos tenían todavía monitores de fósforo verde. Así que prácticamente lo que hacíamos entonces era casi un teletexto. Pero ahí está, sigue 25 años después viva y actualizándose diariamente.
En cuanto a las redes sociales, bueno, es un fenómeno explosivo. Cuando llegó la pandemia y nos tuvimos que quedar todos en casa sin saber qué hacer, las redes sociales, la televisión, la radio y todo lo que venía por un cable, era un triunfo seguro. Y gracias a ellas nuestros contenidos de la revista se difundan en el infinitum, porque la revista al tener una tirada corta llega hasta donde llega, pero gracias a las redes sociales pueden llegar a cualquier punto del mundo.
En 2022 celebraron su 60 aniversario, ¿cómo ha evolucionado Cine y Tele, la empresa que dirige?
Desde que se fundó la revista hasta hoy han cambiado muchas cosas. Mi padre fundó la revista que traía mucha experiencia tanto propia como de mi abuelo y de mi bisabuelo, tengo detrás cuatro generaciones dedicadas a la industria del cine, no a la parte artística, sino a la parte industrial del cine. En la publicación estamos hablando de B2B, es decir, entre empresas para el mundo del cine, la producción, la distribución, la exhibición, los laboratorios, las industrias técnicas, el sonido, las cámaras, las cantidad de cosas que hay detrás de una película que la gente que va a ver al cine no se entera de que existe.
También, en la parte editorial, cuando yo empecé lo hice escribiendo a máquina y cuando hacía falta sacar una copia había que poner un papel carbón y otro papel detrás en blanco. Y si te equivocabas en una letra tenías que tirarlo y volver a empezar, lo cual era mucho trabajo y mucha atención y mucha dedicación. En cuanto a la llegada de las noticias, pues tardaban en llegar semanas y las publicaba con un mes de retraso. Y a la hora de imprimir ha ido evolucionando, pues la primera primeras cosas que se imprimieron en la editorial se hicieron con multicopista, una cosa que ahora está en los museos como prehistoria de la imprenta. Desde entonces hasta ahora, pues el cambio es total.
Cuando empezamos para lograr difundir una noticia, normalmente pasaba más de un mes. Ahora, en menos de un minuto. Eso ha supuesto un cambio total en mi trabajo personal y en el de mi gente. Porque claro, no es lo mismo hacer un periódico mensual que hacer un periódico cada minuto. Ahora estamos haciendo un periódico cada minuto. Ese es el cambio.
¿Qué objetivos tiene ahora mismo?
Acabo de fundar una nueva revista digital que se llama CineyTele Play, es una revista que va a poner a disposición del público información sobre la oferta de ocio cultural, ya sea de cine, teatros, conciertos, exposiciones, viajes… todo lo relacionado con la cultura.
¿Qué papel cree que juega CLABE con sus asociados?
Creo que CLABE está haciendo muchas de las cosas que eran absolutamente necesarias hacer. Había que tener una asociación de editores pequeños, porque los editores grandes ya tenían sus asociaciones, pero los pequeños que estábamos como huérfanos. Así que creo que había una cantidad enorme de pequeños editores que necesitaban estar unidos de alguna manera. Y la idea surgió en mi cabeza y en la de otros dos compañeros más hace casi 30 años. Y lo primero que pensamos era en hacer una unión de diversas revistas, con temáticas diferentes, pero con formatos parecidos y con periodicidad mensual para unirnos todos y presentarnos como único medio delante de las grandes agencias de publicidad, con el objetivo de captar publicidad de bienes de consumo y no solo la nuestra específica del sector al que nos dirigimos. Bien, esa fue la idea fundacional de la AEEPP, la Asociación Española de Editores de Publicaciones Periódicas, de la que soy uno de los tres miembros fundadores, y que es la madre de CLABE.
Por el camino se han hecho muchas cosas en CLABE, una de las importantes son las relaciones con las administraciones públicas, de hecho, ese es el origen de todas las asociaciones profesionales y empresariales. En ese sentido creo que está muy bien todo ese trabajo que se está haciendo para que Correos, por ejemplo, que es uno de nuestros grandes hándicaps cuando hablamos de distribución en papel, nos ahoga con las tarifas de correos que son prohibitivas, de hecho, de seguir como va Correos terminará liquidando toda la distribución de papel. Correos debería mantener unas tarifas privilegiadas para nosotros, porque tampoco somos tantos y porque creo que la labor que hacemos es impresionante. Otros aspectos importantes que hace CLABE son los convenios de tipo laboral, de mayor visibilidad, de poder, todo eso lo hace muy bien.
¿Cómo cree que ha cambiado el cine y la televisión en los últimos años con la llegada de plataformas como Netflix?
Ha cambiado, pero no tanto como la gente se cree porque Netflix al final necesita películas, necesita contenidos, y aunque sea muy grande no puede producir todo lo que el mundo necesita consumir. La idea inicial de Netflix era monopolizar el sector, liquidar las salas de cine, eliminar el espacio de exclusiva que tienen y tendrán siempre los cines para explotar en exclusiva las películas antes de pasar a los siguientes medios, ya sea televisión de pago, en abierto, o para el DVD. Netflix planteaba producir él todo, explotar él todo y exhibir él todo y estrenar saltándose a los cines, pero claro esto no funciona y ellos mismos se están dando cuenta.
Algo importante es que con el “abono mensual” que la gente paga por sus contenidos no se puede financiar toda la producción de la que se disfruta. Ahora están recurriendo a poner publicidad, que es lo que ha hecho siempre la televisión en abierto, por lo que la diferencia va a ser nada, entre la tv en abierto que hemos conocido siempre y las plataformas, dentro de nada, no habrá ninguna diferencia salvo que puedes ver la película que quieras a la hora que quieras.