Periodistas y dircoms se unen para reforzar la ética y la deontología en sus relaciones profesionales

*Fotos: Manuel Casamayón / APIE

Jueves, 29 de abril de 2021. La Asociación de la Prensa de Madrid (APM), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) han presentado este jueves, 29 de abril, Periodistas y directores de comunicación: un compromiso ético para el futuro, un documento que expone las mejores prácticas y principios que deben orientar ambas profesiones y las relaciones entre ambas.

En un momento de profundos cambios sociales, dircoms y periodistas consideran necesario “reforzar los comportamientos éticos y deontológicos que rigen sus trabajos”. Con ese objetivo, las cuatro asociaciones profesionales se han unido por primera vez para elaborar el documento que se ha presentado en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid.

Su presidente, Juan Caño, moderó una mesa en la que participaron en resto de presidentes de las entidades firmantes.

En ella, Nemesio Rodríguez, presidente de FAPE, se refirió a la oportunidad de este documento en un contexto donde la desinformación trata de ganar terreno: «El compromiso que hoy hemos firmado refuerza los comportamientos éticos y deontológicos que rigen nuestro trabajo y nuestras relaciones, en un contexto en el que el avance de la desinformación intenta restar valor a los principios y normas que hasta hace unos años se consideraban intocables, entre ellos la difusión de información veraz, verificada y contrastada y, el respeto de los derechos de los demás. A partir de ahora, periodistas y directivos de comunicación abrimos una etapa trascendental en nuestras relaciones con una iniciativa que busca elevar la dignidad de nuestras profesiones y garantizar a los ciudadanos que su derecho constitucional a la información, bajo este marco ético y deontológico, primará por encima de cualquier otro interés».

A su vez, Iñigo de Barrón, presidente de APIE, mencionó en su intervención el momento de pandemia que estamos viviendo, que, según dijo, eleva la exigencia social: “En la APIE entendemos que este compromiso busca remover conciencias y recordar los principios del buen periodismo y de la correcta comunicación corporativa. La pandemia ha elevado la exigencia social por un periodismo comprometido con la verdad y con los hechos y esta función no se puede realizar sin reglas claras entre los que emiten la información y los que tienen que transmitirla.

Lo más positivo de este acuerdo es que llega como un mecanismo de autocontrol desde las cuatro asociaciones que lo firmamos. Debemos ser conscientes de que no se puede hacer periodismo a cualquier precio ni tampoco llevar la comunicación de las empresas sin principios y responsabilidad”.

Según Juan Caño, presidente de la APM, “la importancia del protocolo de actuación que hoy presentamos radica en que es la primera vez que los profesionales sentamos las bases del buen ejercicio de la información y la comunicación, de su convivencia, su complementariedad y su aportación a la transparencia y la búsqueda de la verdad, valores fundamentales del periodismo”.

Por su parte, Miguel López-Quesada, presidente de Dircom, señaló que con este documento “estamos elevando el listón en cuestiones éticas y de deontología profesional (…) en un momento donde la transparencia, la coherencia y la verdad se deben valorar más que nunca”.

El presidente de Dircom incidió en que este compromiso tiene la vocación de ser un documento vivo. “Todas las partes tenemos voluntad de darle seguimiento y actualizarlo cuando proceda. También queremos darle la máxima difusión, para que el mayor número de asociaciones y profesionales se adhieran a él. Entre ellas, consideramos fundamentales a las Administraciones Públicas, y dado su creciente protagonismo en la comunicación, a las plataformas de comunicación social, operadores de redes sociales y entidades de verificación”.

Un compromiso para el futuro

El documento presentado esta mañana se divide en cuatro apartados. En primer lugar, un preámbulo donde se pone de manifiesto la necesidad de actualizar una serie de retos éticos fruto de los acontecimientos y cambios que han vivido en los últimos años los profesionales de la información y la comunicación, conscientes de la especial responsabilidad que tienen de cara a una sociedad mejor informada y, por tanto, más democrática.

Un segundo apartado recoge una serie de compromisos de los directivos de comunicación, en torno a la información veraz; canalizar y facilitar los contactos entre los profesionales de los medios y los responsables de las empresas de acuerdo con la política de comunicación de éstas; conocer  plazos, medios y dinámicas del trabajo de los medios para facilitar su labor, ajustando en la medida de lo posible sus respuestas a esas condiciones, trasladando claramente las expectativas de respuesta; la formación a los directivos de sus organizaciones en las dinámicas de trabajo de los medios y un uso adecuado del lenguaje, la no discriminación entre periodistas y medios; que las estrategias comerciales y publicitarias no deben condicionar el contenido informativo, y el respeto a la confidencialidad en las relaciones entre ambas partes.

El tercer apartado se centra en los compromisos de los profesionales de los medios, compuestos por publicar y difundir información veraz; contrastar las informaciones con varias fuentes solventes; actuar como cortafuegos ante bulos y rumores infundados; trasladar de forma clara plazos y características de la información que solicitan; garantizar la capacidad de empresas e instituciones de aportar su punto de vista y versión de los hechos; seguir las mejores prácticas en reconocimiento de erratas y errores factuales; que las estrategias comerciales o publicitarias de las empresas, incluidas las del medio de comunicación, no deben condicionar el contenido de las informaciones; y no utilizar nunca en beneficio propio las informaciones conocidas de forma anticipada, confidencial o privilegiada como consecuencia de su ejercicio.

El último apartado se ocupa de las relaciones informativas entre dircoms y profesionales de los medios, y se refiere en primer lugar a los acuerdos institucionales y las relaciones publicitarias entre empresas y medios, que no deberán condicionar las informaciones a difundir ni el tratamiento editorial, tampoco si no existen esos acuerdos.

Además, engloba otras cuestiones como el mutuo reconocimiento de la buena fe como punto de partida; la manifestación a la otra parte de eventuales conflictos de interés; el uso de las herramientas tecnológicas de forma responsable; y el respeto al derecho a la conciliación personal y familiar.

Finalmente, las asociaciones firmantes animan e invitan a sumarse a este compromiso a todas aquellas organizaciones, públicas y privadas, y profesionales del ámbito del periodismo y de la comunicación, que compartan su contenido.

Redacción

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