Eugenio de Quesada expone a la ministra de Industria y Comercio la realidad del Turismo en España

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, y del director general de TurEspaña, Miguel Sanz, conocieron de primera mano la crítica situación que vive el Sector Turístico a través del informe del decano y vicepresidente de la Mesa del Turismo, Eugenio de Quesada, que le fue leído ante medio centenar de los principales empresarios turísticos en un almuerzo de trabajo con la Mesa del Turismo, el veterano ‘lobby’ sectorial.

De Quesada, vicepresidente de la Asociación Española de Editores de Publicaciones Periódicas (AEEPP), preside el Grupo NEXO, dirige hace 25 años el semanario NEXOTUR y hace dos décadas el Digital Nexotur.com, inició su intervención en el Hotel Riu Plaza de España —que se ofrece íntegra y textualmente— anunciando: “permitidme, querida ministra y secretario de estado que, ante la gravedad de la situación que sufre el Sector Turístico este verano, os diga las verdades del barquero”.

Como Penélope, el Sector Turístico se ve obligado a cancelar hoy, parte de las reservas hechas ayer. Destejiendo de noche, lo tejido durante el día. La situación se ha agravado en la última semana por la proliferación de brotes. Y es que, parodiando la célebre obra de Jardiel Poncela, este verano está siendo una malísima temporada, con freno y marcha atrás.

Herido de gravedad por la pandemia, el Sector Turístico había previsto un verano «a media entrada», como el peor de los escenarios. Pero la necesidad de nuevos confinamientos podría reducir el volumen de los viajes y la ocupación hotelera desde la mitad, inicialmente estimada, a un tercio de las magnitudes del año pasado.

La movilidad aérea, esencial tanto para el receptivo internacional como para el tráfico doméstico, se ha visto comprometida como nunca antes. Las compañías están en una situación crítica, con los vuelos reducidos a menos de una cuarta parte. La oferta aérea en julio está en el 15-20%, y se situará en agosto entre el 25% y el 30%, con una reducción de más del 70% respecto al año anterior. Y sin tráfico aéreo no hay Turismo. A la contracción de la oferta aérea y hotelera se suma una doble y creciente incertidumbre, tanto en materia de salud como económica, sumando a la escasez de producto un devastador «miedo a viajar».

‘La necesidad de nuevos confinamientos podría reducir el volumen de los viajes y la ocupación hotelera’

La recapitalización de las aerolíneas es urgente. Y de ello depende no sólo que el sector aéreo no quiebre, sino también la corrección de graves daños colaterales, como la devolución de los billetes aéreos pagados y no volados. Especialmente los reembolsos del billetaje intermediado por agencias de viajes, a los que los clientes exigen la devolución de lo pagado en efectivo, no en bonos.

La situación del resto de los modos de transporte varía desde la progresiva reactivación de las líneas de tren a la limitadísima actividad de los cruceros en puertos y ríos españoles. La oferta de transporte de viajeros por carretera, por ejemplo, está al 60% y la facturación en julio se sitúa en la mitad (56%) que el año pasado. Aunque, a causa de las ventas negativas de abril y mayo, de enero a julio los ingresos están 67% por debajo que en 2019.

Desde el fin del estado de alarma, la previsión de que la temporada se redujese entre el 50% y 60% respecto al año anterior, se ha visto truncada por los brotes de la Covid-19. La realidad, pura y cruda, apunta ahora a que la facturación del verano se quedará en torno al 30%, sufriendo un desplome del 70% respecto al verano de 2019.

En la intermediación (agencias y operadores), la situación se ve agravada por los bajos márgenes, que exigen unos altos volúmenes de facturación para obtener beneficios. Así, las mayoristas emisoras o turoperadores españoles acusan el derrumbe del consumo de viajes. En promedio, han vendido en lo que va de verano una décima parte que el año pasado, con un 90% de caída de facturación.

‘En la intermediación (agencias y operadores), la situación se ve agravada por los bajos márgenes

La venta intermediada del vacacional doméstico, especialmente del sol y playa, que es el segmento más relevante, se sitúa actualmente en torno al 10%. La práctica desaparición de los viajes vacacionales de largo radio (a Caribe, Iberoamérica o Asia), es determinante. Al ser estos productos de alto precio los que más inciden en la facturación y el margen de transportistas y operadores. Los productos que más están reservándose son Canarias, Baleares, costas, circuitos domésticos, paradores, hostales o campings), que en gran medida se reservan directamente y que dejan un margen muy pequeño a los operadores.

El corporativo ha caído menos que el vacacional, sostenido por las pymes españolas, que lo han reactivado un poco. Se estima que mantiene entre un 20% y un 25% de las operaciones del año pasado, pero con menos margen, por lo que se reduce al 15-20% en términos de facturación. El viaje profesional cae, por tanto, entre el 75-80% en operaciones y el 80-85% en ingresos.

El Mice, por el contrario, está casi a cero. Todavía no se programan eventos. Los del primer semestre se trasladaron al último cuatrimestre del año y, ante la preocupante evolución de la pandemia, están aplazándose hasta 2021. La incertidumbre hace que el Mice no se atreva a programar eventos, por lo que esta actividad prácticamente ha desaparecido.

La incertidumbre y el miedo a viajar por temor al contagio crecen, alimentados por los últimos brotes en Cataluña, Aragón, Galicia, País Vasco y Levante. Conviene recordar que en las reservas que están haciéndose, el riesgo y ventura ante la no presentación o por cancelación del cliente, corre a cuenta del prescriptor y del proveedor, ya que actualmente sólo se formalizan reservas si no tienen gastos de cancelación.

‘El internacional, especialmente hacia Iberoamérica y otros destinos de medio y largo radio, Europa incluida, ha desaparecido’

De hecho, la intermediación sufre una suerte de ‘corralito’, ya que muchas agencias no se atreven a abrir (más de la mitad siguen cerradas) ante el temor de asumir una avalancha de clientes, reclamando el reembolso en efectivo de lo que pagaron por billetes de avión o cruceros que fueron suspendidos por la pandemia. Un gravísimo problema que, si no se soluciona de forma inmediata, generalizará el creciente desánimo de los agentes y contribuirá al cierre de muchas agencias. Es un conflicto sobrevenido que los agentes atribuyen a la inexistencia de garantías por parte de las compañías aéreas. Los agentes y operadores, además, se sienten esclavos de una normativa injusta, la Ley de Viajes Combinados, que los ha dejado atrapados entre el cliente y el proveedor.

Las reservas y la propensión al consumo de viajes del emisor doméstico, centrado en el producto nacional, está bajo mínimos. Aunque, paradójicamente, el estrés acumulado por la ciudadanía durante la crisis sanitaria, emerge como la principal motivación para viajar. Un deseo que tiene como contrapunto la incertidumbre ante el desplome de la economía, que afecta a gran parte de trabajadores del sector privado y, muy especialmente, a autónomos y pymes. La esperanza del sector radica, además de en el gasto de la clase alta, en los tres millones de funcionarios que, pese a la crisis, mantienen sus ingresos y un trabajo seguro e, incluso, han incrementado su nivel de ahorro a causa del confinamiento.

Los tres principales mercados emisores domésticos (Madrid, Cataluña y País Vasco) están comportándose de forma desigual, aunque comparten algunas pautas de comportamiento, como el creciente recurso a optar por las segundas residencias y casas de familiares y amigos, desplazamiento en vehículos propios y hacer turismo de interior.

El emisor madrileño opta por vacaciones de sol y playa en comunidades autónomas como la valenciana, mientras el catalán incrementa los viajes dentro de su comunidad.

En Cataluña, la demanda del vacacional, que ya estaba deprimida, se ha visto agravada por el confinamiento voluntario. Y, aunque se reservan barcos y ‘ferrys’ a Baleares, el aéreo no acaba de despegar, por falta tanto de demanda como de oferta. La mitad de las agencias catalanas, al igual que las del resto de España, están cerradas o semicerradas. Y a diferencia del vacacional, el segmento corporativo catalán está ligeramente por debajo del resto del Estado, y el Mice en encefalograma plano.

En el emisor vasco, la venta intermediada se centra, al igual que en el resto de España, en reservas de hotel o alojamientos. Aunque muchos hoteles admiten reservas online y a través de consolidadores, mantienen cerrados muchos de los establecimientos. Por ello, los agentes deben asumir el trabajo extra de comprobar si están abiertos o cerrados e, incluso, de reconfirmar las reservas que frecuentemente no han sido recepcionadas o no figuran en los ‘room-list’.

‘Canarias mantiene una cierta ocupación, gracias al dinamismo del Turismo interno de Gran Canaria’

El internacional, especialmente hacia Iberoamérica y otros destinos de medio y largo radio, Europa incluida, ha desaparecido. Tanto por la falta de demanda como por la situación caótica y muy compleja que afecta a las fronteras y la limitada operatividad de rutas aéreas internacionales. Un problema que afecta por igual al emisor y al receptivo. En cruceros, al igual que en aéreo, muchas cancelaciones continúan atascadas por los trámites de reembolso y el rechazo a los bonos. Un problema que afecta también, aunque en menor medida, al alquiler de coches, que agrega al parón de reservas vacacionales, el corporativo.

La hotelería sufre en España una contracción de la demanda de una gravedad sin precedentes, que ha aumentado considerablemente a causa de las anulaciones generadas por los brotes de mediados de julio. Demos un rápido repaso a la situación actual.

En Cataluña están anulándose muchas reservas, especialmente desde el viernes 17. La Costa Brava y el Pirineo estaban casi al 90% de ocupación el fin de semana del 17 al 19 de julio (gracias al turismo catalán de proximidad, al que se habían sumado el francés, belga y holandés) y en menor medida Gerona y Lérida. Pero el anuncio del confinamiento voluntario de Barcelona y su área metropolitana ha disparado las cancelaciones, que ya se extienden a la segunda quincena de julio y principios de agosto. En Salou y Cambrils (Costa Dorada) ha abierto Port Aventura, que dinamiza la zona, pero con solo un 30% de aforo del parque y su oferta hotelera, muy afectada con los brotes de Aragón y el retraimiento de los mercados británico y holandés. Aunque se han restablecido media docena de vuelos de compañías británicas, la capacidad aérea es todavía ínfima en volumen de turistas transportados, y las perspectivas son negativas.

En Levante y Valencia las previsiones son también negativas. De hecho, solo un 30% de la planta hotelera de Benidorm ha abierto y se aspira, a lo sumo, al 40% de ocupación. El resto de julio se prevé malísimo y en agosto la esperanza está depositada en el turismo español. El problema es que, a causa de la incertidumbre por los brotes, con cada reserva llega, casi, una cancelación.

También la Costa del Sol está francamente mal, con el margen lastrado por ofertas y precios bajos de los pocos hoteles que están abiertos en Torremolinos, Benalmádena o Fuengirola. A día de hoy, los grandes hoteleros de la zona mantienen sus establecimientos cerrados. También Málaga ciudad ha abierto apenas un 30% de su oferta alojativa. Pese a lo cual, el último fin de semana contaba con un 40-50% de ocupación, mayoritariamente nacional, y algo de turismo británico aportado por los vuelos de compañías inglesas, pero entre semana la ocupación es del 30% y a un precio inferior al habitual. En el resto del litoral andaluz, Cádiz está mejor, aunque es un destino con menos plazas hoteleras, y cuenta con pocas reservas para agosto.

Baleares ha abierto alrededor del 40% de su planta hotelera. En Mallorca, aunque el emisor alemán está pinchando, el británico está respondiendo algo mejor. Menorca está muy floja. E Ibiza, con sus discotecas y el ocio nocturno cerrado, sufre por la carencia de uno de los principales atractivos de la isla.

Canarias mantiene una cierta ocupación, gracias al dinamismo del Turismo interno de Gran Canaria, que va a Fuerteventura o Lanzarote; y el de Tenerife, que va al sur y a otras islas, gracias a la conectividad aérea y marítima interinsular. Fuerteventura acusa la caída del mercado alemán y recibe muy pocos españoles. Las reservas para agosto del turismo peninsular no acaban de arrancar y, aunque el emisor británico ha empezado con cierta fuerza, el alemán continúa retraído.

Asturias están disfrutando de un mes de julio relativamente bueno, aupada por la climatología, gracias al turismo español. Y Galicia sufre el efecto de los brotes.

La situación del turismo urbano en las grandes ciudades es dramática. Madrid es la peor en ocupación, con muy pocos hoteles abiertos. Y Barcelona, con menos del 15% de plazas hoteleras operativas, sufre los efectos del nuevo confinamiento voluntario. Salvo una recuperación de última hora, que se estima improbable, el turismo se da por perdido hasta octubre.

En el conjunto del Estado, aunque en agosto se alcanzase una media del 50%, la media de ocupación hotelera del verano podría quedar en torno al 30%.

En segmentos especializados, como los balnearios, la mayoría de establecimientos van a permanecer cerrados en verano. Una de las razones de esta decisión es el temor a que, al estar radicados en poblaciones pequeñas, la flagrante falta de coordinación de los ayuntamientos con el sector turístico en la aplicación de protocolos antiCovid-19 pueda propiciar contagios, con la responsabilidad empresarial que ello conlleva.

‘La recuperación del Turismo de Reuniones y Eventos no se espera hasta bien entrado el 2021’

Ante esta situación, la dependencia del Imserso en otoño e invierno por parte de la hotelería es hoy todavía mayor y, aunque hay que velar por la seguridad de los pensionistas al ser un grupo de riesgo vulnerable, la desaparición de los viajes de la tercera edad en temporada baja sería la puntilla para el Sector Turístico.

Aunque en septiembre se mantiene la celebración de unos pocos congresos y ferias, generalmente de pequeño tamaño, la recuperación del Mice (el turismo de reuniones y eventos, que es irrelevante en los meses de verano), no se espera hasta bien entrado el 2021. En grandes ferias, el sector apuesta por mantener Fitur y Hostelco, aunque la reducción del precio será determinante para que las cadenas, grupos y muchos expositores puedan participar.

En contraste con lo anterior, se constata el buen comportamiento del camping, aunque el impacto mediático de imágenes como las del camping de Zarauz la semana pasada, con 250 clientes confinados y rodeados por la Ertzaina, perjudican la evolución de este segmento.

La excepción de la regla está, sin duda, en el alojamiento rural, especialmente en la España Verde, que está casi al completo, aunque este segmento tiene una escasa incidencia en la industria.

Esta radiografía de la temporada de verano se completa con una amenaza, una doble necesidad, una esperanza y una solución. La mayor amenaza inmediata es una eventual subida del IVA, en respuesta a la exigencia de la Europa del norte de incrementar la presión fiscal en contrapartida a las ayudas a España. Las necesidades más perentorias del empresariado sectorial son, a corto plazo, una gran campaña de comunicación que ayude a reactivar los viajes y, a medio plazo, la prolongación de los Erte, al menos hasta fin de año. La gran esperanza es que la expansión de la pandemia se controle en las próximas semanas, y que esto posibilite que septiembre pueda convertirse en otro mes de agosto. Y la única solución factible, aunque no pueda impedir el desastre sin paliativos que está siendo la actual temporada de verano, es el hallazgo temprano de una vacuna y de tratamientos eficaces contra el Covid-19 y sus nuevas cepas.

Eugenio de Quesada (Jaén, 1961) es vicepresidente de la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP-CEOE) y presidente del Grupo NEXO, es vicepresidente de la Mesa del Turismo y miembro decano del veterano ‘lobby’ sectorial, dirigiendo desde hace un cuarto de siglo el Semanario NEXOTUR y desde 2000 los digitales Nexotur.com Conexo.net, NexoHotel.com y Nexobus.com. Es también vicepresidente de los Capítulos Español e Internacional de la Asociación Iberoamericana de Periodistas Especializados y Técnicos AIPET, y preside la Conferencia Iberoamericana de Ministros y Empresarios de Turismo CIMET y el Foro para la Sostenibilidad Medioambiental del Turismo en España, además de los Salones NexoBusiness y TurNexo, que se celebran en Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla y Valencia. Posee la Medalla de Oro al Mérito Turístico, otorgada mediante real decreto por decisión del Consejo de Ministros.

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