Los ministerios de Sanidad y de Educación y FP han hecho pública la guía de recomendaciones para el curso 2020-21, en la que se ofrecen recomendaciones para cumplir con el objetivo de priorizar la enseñanza presencial en condiciones de seguridad para alumnos, profesores y familias en el contexto de la pandemia de Covid-19. Al tratarse de pautas para el conjunto del alumnado, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) DEMANDA que se prevean al mismo tiempo las medidas y fórmulas de actuación necesarias para la accesibilidad auditiva y comunicativa del alumnado con sordera.
Tras sumar las aportaciones de las Comunidades Autónomas, los ministerios de Sanidad y de Educación y FP han hecho pública la guía MEDIDAS DE PREVENCIÓN, HIGIENE Y PROMOCIÓN DE LA SALUD FRENTE A COVID-19 PARA CENTROS EDUCATIVOS EN EL CURSO 2020-2021 que, orientada a la enseñanza presencial, ofrece recomendaciones de prevención y condiciones de seguridad para alumnos, profesores y familias frente al Covid-19.
Dado que se trata de pautas para el conjunto del alumnado, FIAPAS DEMANDA que se prevean al mismo tiempo las medidas y fórmulas de actuación necesarias para la accesibilidad auditiva y comunicativa del alumnado con sordera, gravemente perjudicado, en el contexto Covid-19, por las medidas de distanciamiento social, uso de mascarillas, actividades en espacios más amplios y/o al aire libre o espacios con mamparas, sin disposición de productos de apoyo auditivos y tecnológicos, que habitualmente se aplican en las aulas.
Necesidad de refuerzo pedagógico y logopédico
FIAPAS quiere poner de relieve también que la brecha de desigualdad abierta con la abrupta irrupción, durante el curso que ahora concluye, de la educación a distancia, ni prevista ni resuelta en condiciones de equidad para este alumnado con sordera, junto al apoyo social requerido por las situaciones de vulnerabilidad sociofamiliar, exige asimismo la previsión de refuerzos educativos y de apoyo específico para ser adoptados desde el inicio del próximo curso escolar con objeto de compensar las carencias o limitaciones formativas, a nivel académico y competencial, que han existido en el seguimiento y cierre del curso que ahora concluye, debidas tanto a la interrupción de los apoyos dirigidos a la (re)habilitación del lenguaje y/o al apoyo pedagógico, como a la falta de accesibilidad a las clases, contenidos y materiales online.
[1] Según datos del Sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2020, recientemente publicado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, el 94,9 % del alumnado con discapacidad auditiva se encuentra escolarizado en centros ordinarios, siendo uno de los tres grupos de alumnado con discapacidad con más alto porcentaje de inclusión educativa.