La ONCE ha sido reconocida con el premio Ciudadano Europeo 2016, un galardón que concede anualmente el Parlamento Europeo a propuesta de sus eurodiputados. Destaca el modelo de la Organización que fomenta la integración de las personas ciegas y con otras discapacidades a través de la educación y el empleo en más de 50 países de todo el mundo. Se trata de un premio que reconoce las actividades o acciones de ciudadanos, grupos, asociaciones u organizaciones que han mostrado un compromiso excepcional fomentando la mayor integración entre ciudadanos de los Estados miembro o promoviendo la cooperación transfronteriza o transnacional dentro de la Unión Europea.
También se destacan los proyectos relacionados con el Año Europeo en curso y el trabajo diario que promueven los valores consagrados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
La candidatura, propuesta por la eurodiputada Rosa Estaràs (PPE), es una de las 50 premiadas por un jurado formado por cuatro vicepresidentes de la Eurocámara, dos expresidentes y diversas personalidades. El galardón será entregado en Bruselas durante una ceremonia que tendrá lugar los días 12 y 13 de octubre.
La ONCE y su Fundación, abiertas al mundo
La ONCE y su Fundación avanzan en su labor de inclusión social de las personas ciegas y con otras discapacidades, extendiendo su modelo a América Latina y la Unión Europea, entre otros lugares del mundo, que valoran un modelo económico y social sostenible, solidario y generador de riqueza para toda la sociedad, especialmente para millones de personas con discapacidad.
En el ámbito más solidario, la ONCE y su Fundación tienen un papel activo en más de 25 estados, además de los vecinos comunitarios: trabaja en proyectos de educación y empleo en 19 países latinoamericanos a través de la Fundación ONCE para América Latina (FOAL); extienden iniciativas educativas a puntos de Europa que han resultado afectados por conflictos bélicos, como la zona de los Balcanes, donde un equipo de impresión en braille y la formación de profesionales generan un centro de recursos educativos.
Existe presencia de la ONCE y su Fundación en África, por ejemplo en los campamentos saharauis, único lugar de ese continente donde todos los niños ciegos están escolarizados gracias a proyectos educativos de la Organización. También se trabaja en iniciativas culturales en Marruecos o de empleo e inclusión en Túnez.
En el ámbito de la representación, la ONCE participa muy activamente en el sector asociativo mundial de las personas ciegas, tanto en la Unión Europea de ciegos; como en la Unión Mundial de Ciegos a través de sendas vicepresidencias; forma parte activa del Foro Europeo de la Discapacidad; trabaja en el Comité de Expertos de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, además de tener presencia en muchos otros foros internacionales de la discapacidad.
Los datos que confirman el trabajo de la ONCE fuera de nuestras fronteras son rotundos: 121.684 niños con discapacidad visual grave escolarizados en América Latina en los últimos cuatro años; 52.133 adultos ciegos formados para el empleo, muchos de ellos trabajando, lo que les permite pasar de vivir ocultos, apartados y olvidados, a ser, en algunos casos, el único sustento de su familia; todos los niños ciegos de los campamentos saharauis escolarizados; centros de producción de material educativo en la zona de la guerra de los Balcanes; impulso a la discapacidad en Túnez, tras la primavera árabe; mejora de la accesibilidad en países como Uruguay, Costa Rica o Ecuador; o más de 15 años incorporando en las directivas comunitarias avances en transporte accesible, empleo o educación para 80 millones de ciudadanos europeos con discapacidad.
Visibilidad de las personas con discapacidad
El modelo de inclusión social de la ONCE y su Fundación se extiende por el mundo para lograr la plena autonomía de las personas con discapacidad, pero también para garantizar su visibilidad, que debe partir de la convivencia diaria con el conjunto de la ciudadanía.
En definitiva, la ONCE y su Fundación han conformado un modelo de inclusión social de la discapacidad único en el mundo, reconocido ampliamente fuera de nuestras fronteras. Un claro ejemplo indirecto de ello ha sido la concesión a la ONCE y su Fundación del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2013, así como a España el prestigioso Premio Internacional Franklin D. Roosevelt Disability Rights, conocido como el “Nobel” de lo social, o las múltiples solicitudes de colaboración que estamos recibiendo cada año por parte de países como EEUU, Corea del Sur, China o los países Nórdicos, entre otros, para conocer mejor el modelo de inclusión que lidera la ONCE y su Fundación.
Éste es un modelo abierto al mundo que de hecho ya colabora con presencia en más de 50 estados para lograr no sólo la autonomía de las personas con discapacidad, sino para mantener su permanente visibilidad social y su convivencia diaria con el conjunto de la ciudadanía de la que forman parte.