Fiapas emite, el Manifiesto Internacionas , con motivo del día Internacional de las Personas Sordas
La Constitución Española confiere al Estado la facultad de decidir acerca del diseño de un sistema educativo común para todos los ciudadanos, desde el reconocimiento del derecho de los padres a decidir sobre el modelo de educación que desean para sus hijos.
El alumnado con sordera precisa de ciertos recursos de apoyo específicos, tanto de carácter personal: logopedas, como tecnológico: prótesis auditivas (audífonos e implantes auditivos) y ayudas técnicas (sistemas de frecuencia modulada, bucle magnético y subtitulación). Nada que no pueda prestarse en el entorno ordinario de cualquier escuela o colegio de nuestro país, compartiendo aula, actividades y juegos con sus iguales oyentes. Por tanto, que el alumno sordo requiera de unos apoyos específicos no significa que precise de un entorno educativo singular ni diferente al del resto de niños, niñas y jóvenes de su edad.
Nueva generación de niños, niñas y jóvenes con sordera
Es cierto que la sordera conlleva una dificultad para acceder a la información auditiva, sin embargo hoy no supone ningún impedimento para la adquisición de la lengua oral del entorno familiar y social ni para que ésta sea la lengua vehicular de enseñanza.
Y esto es posible gracias, sin duda, a lo que han sido los elementos responsables del mayor cambio cualitativo en la realidad educativa y social de las personas sordas: el Programa de Detección Precoz de la sordera infantil (aprobado en 2003 para todo el Estado), los avances audiológicos y protésicos: audífonos e implantes, la atención temprana y logopédica especializada, y el apoyo a las familias.
Todo ello ha dado lugar a una nueva generación de jóvenes y de niños sordos que comunica en lengua oral y utiliza prótesis auditivas, que hace diezquince años no podíamos ni imaginar. Hoy son una realidad que nos obliga a replantear, en este contexto de progreso, la respuesta que desde todos los ámbitos, prioritariamente el educativo, debe darse a nuevas necesidades emergentes en estos niños y en sus familias.
FIAPAS, entidad con implantación estatal, que constituye la mayor plataforma de representación de las familias de personas sordas en España, trabaja desde hace 35 años para mejorar la calidad de vida de las personas sordas y de sus familias.
fiapas@fiapas.es www.fiapas.es Irene (629 33 55 76) Carmen (649 999 207)
Las familias
CONFÍAN en que la calidad que se anuncia desde la nueva ley de Educación alcance a todos los alumnos, sea cual sea su circunstancia personal, incluida la sordera, con apoyos cualificados, sin discriminación y en igualdad con el resto del alumnado.
No sólo ESPERAN la aplicación del marco legal vigente, pues éste por sí mismo no será el que haga efectivo el principio de inclusión educativa, sino que EXIGEN un compromiso claro y expreso con este alumnado que se traduzca en:
- la formación actualizada del profesorado y los logopedas,
- la detección temprana de las necesidades educativas,
- la dotación de los apoyos precisos (sean personales, tecnológicos o didácticos) y su continuidad a lo largo de todas las etapas educativas, más allá de las obligatorias en otras fundamentales como la Educación Infantil, la Formación Profesional, el Bachillerato o la Formación de Adultos, y
- la prestación de ayudas y becas que permitan a las familias hacer frente al sobrecoste que implica la presencia de la discapacidad auditiva
Las familias de los escolares con discapacidad auditiva (que comunican en lengua oral y usan prótesis auditivas), como cualquier otro padre o madre, y de acuerdo con los derechos que garantiza nuestro marco legal, QUIEREN poder elegir el modelo de educación que desean para sus hijos sin que éste sea determinado por su sordera y sin ser dirigidos a modelos o modalidades especiales que ellos no hayan elegido.
- En España hay más de un millón de personas con discapacidad auditiva, de ellas el 97% comunica en lengua oral (INE, 2008)
- 5 de cada mil recién nacidos presenta una sordera de distinto tipo y grado
- Un 8% de la población general (casi tres millones) son personas que no pueden seguir una conversación en un tono de voz normal.