FIAPAS se suma así a la celebración del Comité Permanente de Logopedas de la Unión Europea (CPLOL) y de la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología (AELFA), que pretenden, en este día, generar espacios de convivencia y abrir escenarios profesionales que den cabida a las diferentes intervenciones que tengan como objetivo facilitar la comunicación y la calidad de vida de las personas.
Como viene ocurriendo desde 2004, el Comité Permanente de Logopedas de la Unión Europea celebra el Día Europeo de la Logopedia centrado, en esta ocasión, en el «Trastorno específico del lenguaje, desarrollo del lenguaje, lecto-escritura”.
La lectoescritura es la herramienta más potente para el acceso autónomo a la información, al conocimiento y a la cultura, pero su aprendizaje se ve seriamente comprometido cuando está presente una pérdida de audición y si no se adquiere tempranamente la lengua oral.
Hoy disponemos de suficientes datos y evidencias científicas que revelan que las personas con sordera deben disponer de competencia lingüística oral para leer y aprender de manera autónoma, así como para adquirir los conocimientos académicos correspondientes.
Así es: el aprendizaje de la lectoescritura pasa irremediablemente por el lenguaje oral, y así lo puso de manifiesto el “Estudio sobre la situación educativa del alumnado con discapacidad auditiva” (2007) realizado por FIAPAS en el marco del Convenio de Colaboración firmado con el entonces Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y con la cofinanciación de la Fundación ONCE.
Este Estudio mostró que los buenos niveles de lectura alcanzados por el alumnado con sordera, comparables a los de sus compañeros oyentes, se debían a su nivel de lengua oral (hablada y escrita). Lengua que habían adquirido gracias al diagnóstico precoz de su sordera y a la atención temprana, además de gracias al acceso a apoyos y recursos educativos especializados: logopedia, prótesis auditivas (audífonos e implantes cocleares), equipos de frecuencia modulada…
De este modo, el acceso a la lectoescritura es hoy una realidad para las personas con sordera que comunican en lengua oral, siendo la herramienta fundamental para superar la situación de desventaja y la tantas veces referida marginación (educativa, cultural y social) con la que tradicionalmente se ha descrito su situación.