La Duquesa de Cornualles visita la Fundación ONCE del Perro Guía, acompañada de la Princesa de Asturias

Su Alteza Real la Duquesa de Cornualles ha visitado la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG), acompañada de  Su Alteza Real la Princesa de Asturias. Ambas han realizado un recorrido por las distintas instalaciones del centro junto al presidente de la ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda; la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y directivos de la ONCE y de asociaciones del sector de la discapacidad.

De esta escuela de la ONCE han salido más de 1.800 perros en sus 20 años de historia

La Duquesa de Cornualles se interesó por el modelo de la ONCE y su Fundación y por el  funcionamiento de la escuela de perros guía. Durante la visita, en el bloque dedicado  a partos y cachorros, bautizó a un futuro perro guía con el nombre de “Columbus”. Miembro de una camada de cuatro cachorros nacidos el 24 de marzo, “Columbus” es un cruce de flat coat (la madre, de nombre Brown) y de labrador (el padre se llama Flash).

Sus Altezas reales visitaron también el área de laboratorio de inseminación artificial y selección genética; la zona destinada a quirófanos y perreras de hospital; el bloque de entrenamiento; y finalizaron su visita asistiendo a una exhibición de dos perros guía en fase de adiestramiento, en la que sus instructores les mostraron ejercicios de obediencia, o avisar de escaleras y bordillos, entre otros.

A la llegada de la comitiva al centro, el presidente de la ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda, explicó a la Duquesa de Cornualles la labor de la Organización, y destacó que “en 1985 la ONCE daba empleo a 13.500 personas. Hoy, sólo 25 años más tarde, de la ONCE y su Fundación dependen directa e indirectamente 130.000 personas, de las que 105.000 tienen algún tipo de discapacidad”.

 

Carballeda subrayó que la organización que preside “trabaja en la vanguardia mundial de atención a las personas ciegas, y ha impulsado un modelo único en el mundo de cobertura para las personas con discapacidad. Nos sentimos orgullosos de ello y seguiremos trabajando para lograr nuestra plena integración en la sociedad”.

 

 

La Fundación ONCE del Perro Guía ha proporcionado más de 1.800 perros guía en sus 20 años de vida a otras tantas personas ciegas o con discapacidad visual grave para ayudarles en su movilidad y autonomía personal.

Desde su creación en 1991, la FOPG ha proporcionado 1.876 perros guía, de los cuales 1.451 (el 77%) han sido adiestrados por ella misma, y el resto por la escuela norteamericana Leader Dogs For The Blind, en Rochester, fruto del acuerdo firmado entre ambas entidades y el Club de Leones. De ellos, más de 900 están actualmente en activo en España.

Durante el pasado año 2010, la Fundación proporcionó 133 perros, de los que 108 se formaron en España, 23 proceden de la escuela Leader Dogs for The Blind y 2 de Guiding Eyes, ambas de Estados Unidos. El número de familias adoptivas que colaboró en la educación de los cachorros fue de 199.

Las instalaciones de la FOPG albergan los diferentes módulos necesarios en el proceso de formación de los perros: residencia, oficinas, aislamiento y perreras. Todos ellos dotados con los últimos avances para conseguir una máxima eficiencia en la calidad y sanidad de los perros guía, y un equipo humano y profesional sumamente vocacional y con una amplia experiencia.

Cada uno de los perros que la FOPG adiestra como guías de personas con ceguera supone un coste total aproximado de unos 35.000 euros.

Adiestramiento durante casi dos años

El proceso que conduce a un perro a convertirse en guía se inicia con la exigente selección de sus padres. La experiencia ha determinado que son tres las razas más apropiadas y utilizadas: el Labrador Retriever, el Golden Retriever –o el cruce de ambas- y el Pastor Alemán. Recientemente se ha sumado la raza Flat Coat Retriever.

Al final del periodo, que dura entre 18 y 24 meses, sólo la mitad de los perros llegarán a ser guía. Antes, deben superar un proceso que tiene tres etapas diferenciadas: estancia con una familia (entre los 2 y los 12 meses); periodo de adiestramiento (seis meses más) y adaptación a su usuario.

El periodo de adopción en una familia es la etapa de socialización del perro, donde aprende a convivir con personas próximas y extrañas y se acostumbra a situaciones, objetos y sonidos como el transporte público, las tiendas o el bullicio, además de aprender las primeras reglas. Entre los 12 y los 18 meses, el perro trabaja en su fase de adiestramiento, donde logra habilidades específicas, como caminar recto, señalar bordillos o sortear obstáculos.

Al final, llega el momento de asignar el perro a  aquel usuario de características más acordes con las del animal: en un cursillo de tres semanas, perro y usuario aprenden a trabajar juntos. Por delante quedan nueve o diez años de convivencia.

Los usuarios buscan un compañero capaz de integrarlos en la sociedad. Por eso, cuentan con derechos que les garantizan que el equipo perro-ciego puede hacer vida normal. Las leyes de todas las CCAA amparan el derecho a deambular libremente en cualquier establecimiento público, o de uso público, o utilizar cualquier medio de transporte.

Esa misma legislación, obliga a los usuarios  a mantener a sus perros en perfectas condiciones higiénico-sanitarias, con el fin de que nunca puedan representar un peligro para las personas que con ellos conviven, para lo que, cada seis meses, estos perros son sometidos a análisis y revisiones veterinarias.

La Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) está situada en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, en el Camino de Alcorcón, s/n. Cuenta con una superficie total de unos 100.000 metros cuadrados donde desarrollar su labor.

 

 

 

 

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