entidades adheridas

CLABE organiza la I Jornada contra la desinformación y en ese marco se presenta la «Declaración en defensa de la calidad democrática y cultural. Contra la Desinformación». El texto ha sido elaborado por Raúl Magallón, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid e investigador en este ámbito.

La lucha contra la desinformación, en línea con las prioridades de la Unión Europea, es un esfuerzo colectivo que nos atañe a todos: a la ciudadanía, al Gobierno, a la Administración y al sector empresarial, con particular responsabilidad de los medios de comunicación y de quienes tienen encomendada la tarea ejercer el derecho a la información. Transparencia, buen gobierno y rendición de cuentas son requisitos que la sociedad demanda y que contribuirá a desarrollar un clima de confianza sostenido y a la preservar la salud de nuestra democracia. Puedes adherirte pinchando en el siguiente botón o escribiendo a secretaria@clable.org.

Una declaración en defensa de la calidad democrática y cultural. Contra la desinformación

1. La desinformación es un problema que afecta a la calidad de nuestra democracia y a nuestro futuro en común.

2. La desinformación es una amenaza global que se adapta a contextos locales, adquiere diferentes formas y procedimientos y necesita respuestas locales en un marco de coordinación europea y global.

3. La desinformación tiene un impacto en la credibilidad y confianza depositada por la ciudadanía en las instituciones y en los agentes sociales que puede acabar afectando al progreso de los sectores económicos, científicos, culturales y sociales de nuestro país.

4. La desinformación hace más difícil el trabajo de todas las personas comprometidas con la salud democrática, económica, cultural y social porque tienen que dedicar mucho más tiempo y esfuerzo a verificar informaciones y buscar su trazabilidad.

5. Más información no es sinónimo de más democracia, pero mejor información aumenta la confianza y credibilidad de nuestras instituciones, empresas y organizaciones.

6. El ejercicio del periodismo y de la comunicación, en general, es un pilar democrático frente a la desinformación y se debe ajustar al compromiso social de informar con datos, fuentes contrastables y hechos.

7. Las medidas para combatir la desinformación deben partir de una mayor transparencia y rendición de cuentas de las administraciones públicas y de quienes -como las empresas, los medios de comunicación y otros agentes del sistema mediático, informativo y digital- juegan un papel social relevante.

8. Las soluciones y respuestas al fenómeno de la desinformación pasan por la colaboración y cooperación entre las instituciones públicas, el sector privado y la sociedad civil.

9. Reclamamos a las instituciones y a las organizaciones públicas y privadas un compromiso público que se traduzca en acciones concretas que ayuden a combatir la desinformación y supongan un rechazo evidente de prácticas dirigidas a confundir a la ciudadanía y condicionar la toma de decisiones.

10. La alfabetización mediática, digital y algorítmica se presenta como la principal solución y debe ser integrada de forma completa y dialogada en la educación secundaria y en las políticas públicas.

11. Demandamos una mayor colaboración entre instituciones y administraciones públicas, medios de comunicación, plataformas tecnológicas y organizaciones de la sociedad civil. En particular, durante periodos electorales para dar respuesta a posibles injerencias extranjeras en la lucha contra la desinformación.

12. Una sociedad comprometida con la verdad será siempre una sociedad más democrática, más fuerte y con un futuro en común más prometedor.

Los firmantes de esta declaración están comprometidos con el periodismo y la comunicación, comprometidos con la información y comprometidos con la búsqueda constante de la verdad.